En la coronación del potente basamento que salva el gran desnivel existente entre la Alameda de Mazarredo y los paseos peatonales que acompañan la Ría, se insertan tres miradores metálicos de planta triangular que avanzan sobre el paramento de granito y permiten descubrir nuevas vistas hacia el museo Guggenheim y el puente de la Salve. Están construidos con estructura metálica, revestidos de planchas de acero corten y sobre su coronación se dispone una barandilla inclinada hacia el interior de acero inoxidable con un antepecho de vidrio laminado.